Sudán del Sur: Fuerzas Gubernamentales Reclutan a Niños Soldado

Twitter icon
Facebook icon
Google icon
e-mail icon

Ambas Partes Deberían de Dejar de Usar a los Niños en la Zona Afectada por el Conflicto

16 de febrero, 2015

(Nairobi) – Las fuerzas gubernamentales de Sudán del Sur están, activamente, reclutando a niños de hasta 13 años, a menudo a la fuerza, como soldados en Malakal, en el estado del Alto Nilo, dijo hoy Human Rights Watch.  

Ambas partes del conflicto de Sudán del Sur han reclutado y usado a niños soldado, que es un crimen de guerra cuando los niños son menores de 15 años. Comandantes de tanto el gobierno como de la oposición deberían de dictar órdenes claras prohibiendo el reclutamiento de todos los niños menores de 18 años y que cooperen con las agencias de las Naciones Unidas relevantes para ayudar a esos niños a volver a los lugares seguros.

“A pesar de renovadas promesas tanto por las fuerzas del gobierno como de la oposición de que dejarían de usar a niños soldado, ambas partes continúan reclutando y usando niños en el combate”, dijo Daniel Bekele, director por África de Human Rights Watch. “En Malakal, las fuerzas gubernamentales están incluso cogiendo a los niños justo delante del recinto de las Naciones Unidas”.

Las fuerzas de la oposición también han reclutado y usado a muchos niños soldado. Durante los últimos meses, Human Rights Watch ha hablado con una docena de niños y jóvenes que eran menores de 18 años cuando lucharon en 2014, que han sido usados por las fuerzas de la oposición en batallas y para otros fines como cocinar y transportar agua y munición. Un niño de 16 años en Bentiu describió su terror cuando, solo un día después de ser reclutado con docenas de otros niños en diciembre, 2013, un comandante rebelde le dio un arma por primera vez y le forzó a luchar.     

Human Rights Watch, en una visita a Malakal a finales de enero, 2015, recogió, de los padres y otros parientes, unos 25 incidentes de reclutamiento, de niños que han escapado el reclutamiento o cuyos amigos han sido reclutados y de jóvenes que también habían sido reclutados a la fuerza junto con los niños.

Durante la visita a Malakal, Human Rights Watch encontró que las fuerzas gubernamentales, aparentemente, sobre todo aquellas dirigidas por el antiguo líder miliciano, Johnson Olony, habían reclutado, al menos, 15 niños, algunos a la fuerza, en las últimas semanas, como parte de los esfuerzos de reclutamiento que parecían estar dirigidas, principalmente, a los adultos.  

El Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA, por sus siglas en inglés), que se convirtió en el ejército nacional de Sudán del Sur cuando el país se independizó de Sudan en 2011, había avanzado para poner fin a su práctica de muchos años de usar niños soldado. En Agosto, 2013 el SPLA dictó una orden general prohibiendo el reclutamiento o uso de niños menores de 18 años para cualquier actividad dentro de sus operaciones.

Sin embargo, cuando estalló el conflicto armado actual en diciembre 2013, se reanudó el reclutamiento de niños. Tanto las fuerzas gubernamentales, dirigidas por el Presidente Salva Kiir, y las fuerzas de la oposición, dirigidas por Riek Machar, el antiguo vicepresidente y ahora líder de la oposición, han reclutado y desplegado niños en sus fuerzas. El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas, UNICEF, ha dicho que miles de niños ya han luchado en ambos lados de la guerra. Un informe reciente de la ONU decía que el uso y reclutamiento de 561 niños había sido documentado por agentes de protección de la infancia de la ONU desde el principio del conflicto.

En algunos casos en Malakal, niños dejaron, voluntariamente, el emplazamiento de la “protección de civiles (POC)” de la ONU para unirse a las fuerzas dirigidas por Olony, un antiguo líder de la milicia del estado del Alto Nilo que, en la actualidad, está luchando con el gobierno de Sudán del Sur. Una madre dijo que sus dos hijos, uno de 13 y otro de 14 años, se habían unido, voluntariamente, a Olony a finales de diciembre, 2014. Otra madre siguió a su hijo de 13 años hasta un emplazamiento militar después de que dejase la base de la ONU. “Se negó a volver a casa” dijo ella.  

Pero algunos de los niños fueron reclutados a la fuerza cerca de la base de la ONU, donde, aproximadamente, 20.000 personas están refugiadas en la actualidad. Desde que el conflicto se extendiese a Malakal a principios de 2014, la ciudad ha cambiado de manos seis veces al enfrentarse las fuerzas del gobierno y de la oposición, a veces muy cerca de la base de la ONU.

En la actualidad, Malakal está bajo control del gobierno. Human Rights Watch entrevistó a numerosos testigos que vieron, entre finales de diciembre 2014 y enero 2015, a grupos de hombres con armas y sin ellas, algunos de uniforme, reclutando a la fuerza tanto a adultos como a niños delante de la entrada de la base, que también es una zona de mercado con mucha actividad. Un niño dijo que vio a su amigo de 17 años ser llevado a la fuerza delante de la entrada a mediados de enero, 2015, junto con otros jóvenes. Una mujer joven dijo que los reclutadores se llevaron a su hermano de 11 años justo antes del 25 de diciembre, 2014, al lado de un estanque cercano a la base de la ONU. Más tarde, su madre habló con su hijo que estaba en un cuartel al otro lado del río de Malakal.

Otra madre le contó a Human Rights Watch que unos niños pequeños le dijeron que unos hombres se habían llevado a su hijo de 15 años de delante de la entrada de la ONU.

“Cuando les ves, corres hacia la entrada dentro del POC”, le dijo a Human Rights Watch un niño de 14 años, uno de los muchos que espera fuera de la entrada con una carretilla para transportar mercancías por una paga. Los niños dicen que los reclutadores armados van a por los hombres y niños que no están trabajando.

Las fuerzas también han reclutado a niños a la fuerza dentro de la ciudad.

Una mujer describió como en enero 2015 los reclutadores del gobierno capturaron a su hijo de 13 años a la orilla del río, donde estaba transportando mercancías para los comerciantes. Otra madre de un niño de 13 años, que también habló con Human Rights Watch, dijo: “Mi hijo… fue capturado por el ejército en la ciudad de Malakal. No sé dónde fue capturado, él iba a ir a ver a su familia y se lo llevaron por el camino”.

Un joven dijo que había sido capturado y tirado dentro de una furgoneta con seis niños “pequeños” que él creía tendrían entre 13 y 15 años y conducidos a una zona donde se estaban desarrollando enfrentamientos. “Cuando llegamos a Koka [la zona de batalla] se nos dijo que fuésemos a luchar, nos dieron armas y atacamos junto con otros soldados”, dijo. “No dieron uniformes, casi inmediatamente, nos mandaron luchar… todos nosotros”.  

Ambos lados se han comprometido a parar el reclutamiento y uso de niños menores de 18 años. En mayo, 2014, Machar firmó, con el representante especial del secretario general de la ONU para la cuestión de niños en conflictos armados, un compromiso de “adoptar todas las medidas para prevenir graves violaciones contra los niños de forma inmediata”, que incluye el uso de niños como combatientes. En junio, 2014, el gobierno asumió un nuevo compromiso con la ONU de tener un “ejército sin niños”.  

El gobierno de Sudán del Sur debería de ratificar el Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño sobre la participación de niños en los conflictos armados, dijo Human Rights Watch. El protocolo fija en 18 la edad mínima para cualquier participación en conflicto armado.

La Ley del Niño de 2008 de Sudán del Sur prohíbe el uso de niños soldado, fijando la edad mínima en 18 para cualquier conscripción o reclutamiento voluntario a las fuerzas o grupos armados. Bajo las leyes de la guerra, el reclutamiento y uso de niños menores de 15 años por partes de un conflicto es un crimen de guerra, por el que comandantes pueden ser considerados penalmente responsables.

“Las vidas de los niños de Sudán del Sur están siendo devastadas por el conflicto, con niños, una vez más, yendo a la guerra en vez de al colegio”, dijo Bekele. “Ambos lados deberían de dejar de reclutar a niños y pedir cuentas a los responsables”.

Fuente: Human Rights Watch

Geographic terms: 

Archivos relacionados