La Big Bang Fair: por qué tiene que cortar relaciones con la industria armamentista

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Foto:  BAE System en la Big Bang Fair 2012. Fotografía: bisgovuk/flickr

Hamza Haumouchene, activista de los derechos humanos y científico argelino, sostiene que la educación científica tiene que dejar de promocionar las compañías de armas.

Si pensás que la asociación de las compañías armamentistas con un evento educativo destinado a estudiantes, es una relación peligrosa, entonces ésto te indignará. La Big Bang Fair, la celebración más grande de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas para los jóvenes del Reino Unido, cuenta entre sus patrocinadores con BAE Systems1 y otras compañías armamentistas como Thales2, Selex ES3, Doosan, Roll-Royce4 y Airbus.

Como científico de la salud, a quien siempre le ha fascinado la increíble habilidad de la ciencia de mejorar la salud pública, aliviar el sufrimiento humano y salvar vidas, me parece que la asociación del comercio de armas, que destruye vidas y provoca más angustia humana, con un evento como el Big Bang Fair, es sumamente errónea y fundamentalmente inapropiada.

Mientras hacía mi doctorado en el Instituto de Investigación sobre el Cáncer, en Londres, quise aprender cómo comunicar la ciencia a un público novato y ayudar a despertar interés sobre la misma entre los jóvenes. Formé parte de un proyecto llamado Red de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEMNET), y como embajador de dicha red, participé en la Big Bang Fair, ayudando a promocionar la ciencia entre los jóvenes aprendices y a alentarlos a que consideren la posibilidad de seguir carreras científicas. Recuerdo hablarles sobre genética, células, ADN y enfermedades, viendo sus miradas inquisitivas y respondiendo a preguntas curiosas mientras les mostraba algo del material con el que estaba trabajando en ese momento. Fue una experiencia realmente excitante y volvería a hacerlo, ya que creo firmemente en los beneficios de la ciencia para la humanidad y en la importancia de dichas ferias y eventos en la motivación a los jóvenes para convertirse en la próxima generación de científicos e ingenieros.

Estas iniciativas son siempre bienvenidas y, por supuesto, son un esfuerzo positivo, pero su relación con la industria armamentista es muy problemática para mí, y mancha indirectamente a la feria con los abusos a los derechos humanos y la represión bajo regimenes autoritarios e inflexibles como el que rige en mi país natal. Este es un asunto que me genera una profunda preocupación ya que, en los últimos tres años, he estado participando activamente en la Campaña Solidaria de Argelia a favor de un cambio democrático pacífico y del respeto a los derechos humanos en mi país.

Algeria es un importante agresor de los derechos humanos y continúa reprimiendo libertades y sofocando las luchas democráticas. Todavía más, el gobierno británico ha invitado a relaciones cercanas con el régimen argelino, que incluye ventas de armas y colaboración militar, ignorando así las aspiraciones democráticas de los argelinos. Las ventas de armas constituyen una conspiración con una dictadura, que contribuye a la longevidad de dicho régimen y a la represión impuesta a la gente.

Estas son las razones que me obligaron a firmar la carta publicada esta semana por el diario The Guardian, en la que exijo terminar con el patrocinio de armas de parte de la Big Bang Fair. En el comienzo de la carta hice una petición pública basándome en nuestra exigencia de que se rechace el dinero proveniente del comercio de armas.

Dichos vínculos normalizan el comercio de armas y le brindan desmerecidas oportunidades de relaciones públicas. Tal conexión con eventos educativos destinados a promocionar la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas es antinómica a los valores nobles que se supone que la escuela debe inculcar a los jóvenes, como el respeto, la generosidad y el mejoramiento de la condición humana.

Es tiempo de ser honesto con nosotros mismos y con nuestros hijos, y no darles una imagen tímida de “buenos tipos” a estas compañías. Nuestro deber hacia la próxima generación es revelar continuamente este perjuicio, es decir, no encubrirlo y dar una apariencia de credibilidad científica.

Según lo enunciado en nuestra carta, necesitamos programas que ofrezcan espacios para que los jóvenes aprendan sobre la ciencia y la ingeniería, tal como son en la actualidad, incluyendo asuntos del medio ambiente y de los derechos humanos, y como podrían llegar a ser. No es una cuestión de que “No hay alternativa”. Seguramente haya otros patrocinadores éticos que podrían ampliar el entendimiento de los jóvenes científicos en cuanto a cómo la ciencia debería ser una fuerza positiva y transformacional en la sociedad.

A menos que este dispuesta a vender su alma, la Big Bang Fair tiene que divorciarse del patrocinio de las compañías de armas. Este pacto de Fausto tiene que llegar a su fin. Esperemos que el evento del 2015 tenga una visión más humana.

El Dr. Hamza Hamouchene es un activista de los derechos humanos y científico argelino. Es, además, el cofundador de la Campaña Solidaria de Argelia. (CSA)

1 Sistema británico aeroespacial: industria multinacional británica aeroespacial, de defensa y seguridad.

2 Industria multinacional francesa aeroespacial de defensa, transporte y seguridad.

3 Industria electrónica e informática con sede en Italia y el Reino Unido.

4 Compañía británica automotriz y aeronáutica.

Origen: The Guardian

Traducción: Carolina Olivero

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